El horno de arco eléctrico (EAF), un equipo crucial e irremplazable en la industria siderúrgica, se ha convertido sin duda en un motor impulsor de los avances tecnológicos en la siderurgia. En retrospectiva, podemos identificar claramente varios hitos clave en su desarrollo.
Década de 1900: El origen del horno de arco eléctrico
El horno de arco eléctrico (EAF) es un tipo de horno que funde material cargado mediante un arco eléctrico. En 1900, el científico francés Paul Héroult desarrolló con éxito el primer horno de arco eléctrico comercial, allanando el camino para el desarrollo posterior de las plantas siderúrgicas. Cabe destacar que Héroult también inventó el proceso de aluminio electrolítico, que sigue siendo un pilar fundamental de la industria del aluminio en la actualidad.
década de 1960 – Mejora de la productividad
En la década de 1960, el científico estadounidense Dr. W.E. Schwabe propuso equipar el horno de arco eléctrico con un transformador de gran capacidad. Gracias al esfuerzo continuo de varias generaciones de ingenieros, la productividad de la fabricación de acero con horno de arco eléctrico mejoró significativamente.
década de 1970 – Mejora de la calidad
Durante la década de 1970, una empresa siderúrgica japonesa fue pionera en la separación de los procesos de fusión y refinación en dos hornos diferentes, lo que propició la adopción generalizada del proceso de horno de refinación de cuchara (LRF). En comparación con el horno de arco eléctrico (EAF), el LRF consume menos electrodos de grafito manteniendo la misma potencia.
Década de 1980: El auge del DCEAF
Desde la década de 1980, con la creciente demanda de productos de acero en diversas industrias, la capacidad de producción de acero se ha expandido significativamente. En busca de una mayor eficiencia y seguridad, muchas empresas siderúrgicas han explorado activamente procesos innovadores. Con un rendimiento superior al del horno de arco eléctrico de corriente continua (ACEAF), el horno de arco eléctrico de corriente continua (DCEAF) entró en una fase de rápido desarrollo.
Presente – Hacia un futuro más limpio
Actualmente, la capacidad máxima de un DCEAF ha alcanzado las 420 toneladas, lograda por una empresa italiana. Mientras tanto, los avances en la tecnología de automatización siguen impulsando la producción de acero hacia una mayor limpieza y sostenibilidad ambiental.