La chatarra es la principal materia prima para la fabricación de acero en hornos de arco eléctrico (HAE). Su calidad afecta directamente las propiedades finales del acero, el costo de producción y la productividad del horno. Por lo tanto, la chatarra debe cumplir los siguientes requisitos antes de ser cargada en el horno:
- La superficie de la chatarra de acero debe estar limpia y con mínima cantidad de óxido. La arena, el óxido y otras impurezas pueden reducir la conductividad eléctrica, prolongar el tiempo de fusión, dificultar la eliminación de fósforo durante la oxidación y acelerar la erosión del revestimiento. Las manchas intensas de óxido o aceite también pueden aumentar el contenido de hidrógeno en el acero.
- La chatarra no debe contener metales no ferrosos como plomo, estaño, arsénico, zinc ni cobre. El plomo tiene alta densidad y bajo punto de fusión, y es insoluble en el acero fundido. El estaño, el arsénico y el cobre tienden a causar fragilidad en caliente en el acero.
- Los contenedores sellados, así como los materiales inflamables, explosivos o tóxicos, no deben incluirse en la chatarra para garantizar una operación segura.
- Se debe conocer la composición química de la chatarra y mantener los contenidos de azufre y fósforo en niveles bajos.
- Las dimensiones físicas de las piezas de chatarra no deben ser demasiado grandes (generalmente no deben superar los 150 mm × 150 mm, con una longitud máxima inferior a 350 mm). En la fabricación de acero con horno de arco eléctrico (HAE), se suele añadir arrabio para aumentar el contenido de carbono de la carga. Sin embargo, la proporción de arrabio no suele superar el 30 % de la carga total.
